miércoles, 30 de noviembre de 2016

Generalidades de Urabá


La región de Urabá contempla parte de los departamentos de Chocó, Antioquia y Córdoba, y se extiende desde el valle del Sinú hasta la cuenca del Atrato, abarcando la cuenca del golfo de Urabá y parte del nudo de Paramillo. El Urabá antioqueño comprende once municipios: Arboletes, Apartadó, Carepa, Chigorodó, Mutatá, Murindó, Necoclí, San Juan de Urabá, San Pedro de Urabá, Turbo y Vigía del Fuerte.

 El Urabá antioqueño es una zona limítrofe de Panamá y de los departamentos de Córdoba y Chocó, tiene salida al océano Atlántico y en su territorio cuenta con la localización del Golfo de Urabá.

Con respecto a su riqueza y diversidad biológica, se destacan su clima y condiciones geográficas que favorecen el cultivo de palma africana, la exportación maderera, el cultivo de banano y la ganadería extensiva. De esta manera, el Urabá antioqueño cuenta con un eje bananero conformado por los municipios de Turbo, Apartadó, Carepa y Chigorodó; y un eje ganadero con los municipios de Necoclí, Arboletes, San Pedro de Urabá y San Juan de Urabá. Por otra parte, estas condiciones climáticas y geográficas hacen que la zona presente un alto número de cultivos ilícitos de amapola y cocaína.

La biodiversidad es uno de los mayores encantos de Urabá, que además representa la salida de Antioquia al mar. Allí se conjugan diversos tipos de turismo: el etnoturismo, que estimula el compartir con culturas nativas y afrodescendientes (hay cerca de 17 resguardos indígenas en esta zona), el agroturismo o turismo rural y el ecológico.

Mapa De Urabá

Historia de Urabá

Urabá es la región costera de Antioquia, en el Océano Atlántico, y decir eso de por sí ya motiva a imaginarse todo lo que en cuestión turística se puede disfrutar con el mar Caribe , paisajes exóticos, con gran diversidad cultural, sol y playa. En materia turística, la subregión se abre a las nuevas posibilidades basadas en la hermosura natural de sus tierras.

En lengua katía, Urabá significa 'La tierra prometida'. Es la salida de Antioquia al mar, es la región bananera y platanera más importante del país y despensa de esa fruta tropical de varios mercados internacionales. Subregión que combina las culturas paisas y costeña en un espacio donde la palabra 'belleza' se queda corta para definir esas tierras.

Las opciones de turismo apuntan a diversos puntos: el agroturismo, pues se puede visitar fincas bananeras, conocer todo el proceso de producción y embarque de la fruta, y gozar con los mares verdes que cubren las planicies urabaenses.

El etnoturismo tiene un aporte importante, la convivencia de varias razas comunes en América se dan cita en Urabá. Negros, blancos, indígenas, mulatos, zambos y mestizos pueblan esta subregión. A los indígenas, en su mayoría de las etnias Cuná y Emberá Katío, es posible visitarlos y aprovechar para adquirir verdaderas obras de arte realizadas por ellos y a la vez se conoce un poco más de su cultura.

La tierra urabaense posee varios aeropuertos, los más frecuentados en Apartadó y Turbo, pero por vía terrestre es también un trayecto común en Antioquia. Partiendo desde Medellín se cruza el Túnel de Occidente, se transita por Sante Fe de Antioquia y se llega luego, a Mutatá, puerta del Urabá y asiento de dos resguardos indígenas de los Emberá Katío.

Urabá se divide en tres zonas: una al sur, que limita con el Occidente y de actividades agrícolas y de pesca, con Mutatá como eje de desarrollo; llega una zona central, la más próspera en materia económica y con epicentro en Apartadó. El cultivo de banano es el principal renglón de la economía; y la zona norte, de Turbo hasta Arboletes, y con el turismo y la pesca como principales actividades.

A la zona central y sur de Urabá se accede más rápido por la Carretera al Mar, que de Medellín parte y cruza a Santa Fe de Antioquia, busca a Dabeiba y de allí ingresa a tierra urabaense. El recorrido dura, hasta Apartadó, alrededor de 8 horas; otra opción es el viaje aéreo, con vuelos diarios desde el Aeropuerto Olaya Herrera a distintos municipios de la subregión.

Son llamativas, desde aire o desde tierra, las extensas plantaciones de plátano y banano, mares verdes donde miles de campesinos invierten sus horas de trabajo en municipios como Chigorodó, Carepa, Apartadó y Turbo.

Una actividad apetecida por los visitantes consiste en conocer todo el proceso de producción bananera, desde la siembra hasta el embarque en el puerto de Turbo, uno de los municipios más importantes de la región. Por esto, la zona trabaja en la consolidación de finca hoteles donde se puede conocer de cerca ese proceso.

También se han asentado hoteles en la zona que ofrecen completos servicios de recreación y descanso.

Turbo posee un puerto donde se embarca el banano a los mercados europeos y estadounidense, ofrece rutas marítimas diarias a lugares como el Urabá chocoano, con destinos ya reconocidos como Acandí y sus corregimientos Capurganá y Sapzurro, en límites con Panamá, ubicados en la otra orilla del golfo de Urabá y que tienen la particularidad de una vegetación de selva tropical húmeda limitando con el mar y hermosas playas.

En el norte de Urabá y de regreso a tierra antioqueña, Necoclí espera por más turistas. Posee cabañas a orillas del mar Caribe para todos los gustos, y vecino suyo es Arboletes, donde se puede gozar del volcán de lodo que, según muchos, posee cualidades medicinales.

En cualquiera de estos destinos se puede disfrutar de la comida típica basada en el pescado, y de alojamiento en cabañas muy cerca del mar, en playas que poco han sido intervenidas por el hombre.
Urabá es calor, mar Caribe, cultura paisa y costeña en el mismo espacio, banano y plátano. Todo en una misma área que, en 2005, celebró sus 100 años de adhesión a Antioquia. Es la zona marina del departamento, su salida al océano, suficiente atractivo para viajar a conocer el mar Caribe antioqueño.

HISTORIA ECONÓMICA

Esta región ubicada en el extremo noroccidental de Colombia, fue conquistada en 1502 por los españoles, quienes fundaron ocho años más tarde a San Sebastián de Urabá y unos meses después a Santa María la Antigua del Darién, unas de nuestras más antiguas poblaciones. La historia de esta región está marcada por la presencia de grupos extranjeros que la utilizaron para extraerle sus beneficios más que para desarrollarla y por permanentes pugnas internas en torno a la posesión de su territorio. Urabá se convirtió en sinónimo de riqueza por su ubicación privilegiada, la diversidad incalculable de su fauna y flora y sus potencialidades agroindustriales y de comunicaciones. Un polo de atracción para todos los departamentos vecinos que la incluían siempre en sus proyectos de expansión, y para todas las fuerzas legales e ilegales que reconocían en ella un botín estratégico por su importancia económica y militar. Sin embargo, las repetidas olas de violencia que se generaron, nunca se pensó para ella un proyecto serio de desarrollo. Hoy aún continúa como escenario de una lucha de soberanías.


La zona de Urabá quedó adscrita a Antioquia como producto de la redistribución política de la Guerra de los Mil Días. Sus dinámicas de población fueron espontáneas y se dieron desde diversos sectores. Sin embargo, la colonización definitiva se llevó a cabo entre los años 1940 y 1960, con la construcción de la carretera Medellín-Turbo, vehículo de migración de la cultura paisa, último contingente cultural importante en entrar a la región. Se consolidó a raíz de la instalación de la agroindustria del banano.


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